7 de junio de 2014

SAUDADE *




A veces pasa.

Supongo que esa frase
resume
cómo la vida a veces duele,
cómo hay momentos
en los que te invaden
la tristeza y la nostalgia.

Tengo sentimientos encontrados,
por un lado
pensarte y recordarte
es un motivo para sonreír,
por otro
hay una pena en todo ello,
la pena de este adiós
que ha llegado,
de ese "tener que acostumbrarme"
a no tenerte,
a que tu vida se separe
de la mía,
a este descruce de caminos.

Quiero creer
que se trata de una tristeza pasajera,
aunque no me convence
eso de que se pase,
creo que
si esa tristeza trae tu memoria
puede que incluso
le permita quedarse a vivir,
a compartir esta almohada
que es mi pecho
y que tiene tu nombre.

De ahí que la llame
"pasajera",
no tanto porque venga y se vaya,
si no porque se quede
y me habite.

A veces no es que no puedas
o no sepas,
a veces es que no quieres
deshacerte
de los recuerdos que tienes
de esa persona,
porque eso es perderla
para siempre.

Y si es así
como debes quedarte,
bienvenida entonces,
aunque sabes
que más cerca de lo que creas
vivo esperándote,
con la luz encendida
por si decides volver a casa.

Créeme si te digo
que esta tristeza
no abriga por las noches
como sé que lo haría
tu abrazo.

Por eso
mi tristeza pasajera
y yo
tenemos un trato:
si algún día apareces de nuevo
y quieres que se marche
ella saltará por la ventana
y no volverá
a molestarnos.

* Saudade (del portugués saudade) es un vocablo de difícil definición incorporado al español empleado en portugués y en gallego, que expresa un sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia. A menudo conlleva el conocimiento reprimido de saber que aquello que se extraña quizás nunca volverá.




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