27 de septiembre de 2013

PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA








Estaré bien aunque olvidarte me cueste la vida
Y el reloj, se nos paró justo a la hora de la despedida
Pero yo.. estaré bien.
Luis Ramiro

En el banco del parque
donde nos besamos
la primera vez,
en aquella chica
de pelo negro
del vagón del Metro,
en la camarera
de ese bar de carretera
camino de Barcelona,
en cada esquina
de la plaza
que lleva a tu calle,
en aquel hotel
sin toallas
de Oviedo,
en la arena amarilla
de la playa
del Sardinero,
en las piezas
de este puzle
que es mi vida,
en las páginas
del Ulises
de James Joyce,
en todas las canciones
de Luis Ramiro
y sobre todo El reloj,
en los acordes
desgarrados y tristes
de los fados,
en todos y cada uno
de los versos
que escribo...
Ya lo ves,
tu recuerdo
ni se crea ni se destruye,
tan sólo se transforma.

20 de septiembre de 2013

EMIGRANTE (ELEGÍA DE ANNIE BOTTLE)






A mis amigos, ahora emigrantes

Cerró la puerta por última vez,
acariciando su madera
con la mirada agachada,
bajó las escaleras sin prisa,
parando en cada rellano.
Sus ojos se entornaron
al llegar a la calle,
no tanto por el sol de agosto
como por esas lágrimas
que ahora asomaban.
Pensó en su madre:
¿Quién le llevaría flores ahora?
pensó en su infancia,
en su primera novia...
Recorrió de carrerilla,
mentalmente,
cada rincón de su barrio,
cada arteria:
Lucientes,
Sierpe,
Mediodía Grande,
La Cebada y sus conciertos,
la calle Toledo,
el paseo de los Melancólicos
y su Vicente Calderón.
Volveré si ganamos la Champions.
En un suspiro dejó escapar
un tímido "hasta pronto"
con la esperanza puesta
en que no fuera
un "para siempre".
Y cuando quiso darse cuenta...
Mar de Cristal
y muy pronto el avión
y su nueva vida.
Mientras despegaba
reclinó el asiento
y se dijo que hacía lo correcto,
un país que antepone los bancos
a sus habitantes,
que apuesta por unos juegos olímpicos
en tiempos de los juegos del hambre,
un estado que se desangra cada día
perdiendo ciudadanos
bien merece un "hasta nunca"...
Mi ciudad...
Ese ayuntamiento de 440 millones,
sus 255 coches oficiales,
su relaxing cup of café con leche...
Y entonces se acordó de esa frase
que tanto decía su abuela:
¡Adiós Madrid, que te quedas sin gente!

9 de septiembre de 2013

PRINCIPIO DE EXCLUSIÓN




Me preguntaste:
- Si tu cuerpo y el mío
forman uno sólo...
¿Cuánto son uno más uno?
Interesante cuestión...
Años de búsqueda
tratando de hallar la manera
de que dos organismos
pudieran llegar a unirse
en una misma forma
y aquí estamos tú y yo,
dos seres desiguales,
tan anti simétricos,
fusionados por completo,
con cada átomo de nuestro ser,
con cada protón,
con cada electrón...
Destinados a encontrarnos
en este mundo que se deshace,
con nuestros movimientos
acompasados,
rítmicos,
como el engranaje
de un reloj suizo...
Te contesté:
- Algunas veces
la respuesta  está tan cerca
como tu cuerpo y el mío,
a veces
los cálculos y las teorías
se resuelven con un "nosotros".

2 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE DEL 94




No te echaré de menos en septiembre,
verano muerto veré a las chicas pasar
Iván Ferreiro
La historia de mi vida.
Creo que es por eso
por lo que odio el verano,
por esas malditas historias
de amor pasajeras
que acababan cuando llegaba
el otoño,
por esas pequeñas heridas
que dejaban grandes cicatrices.
Pero ninguna como ella,
ella era especial, diferente.
Lo supe en cuanto la vi sonreír,
lo supe en cuanto miré sus ojos,
lo supe cuando, por fin solos,
nos besamos sin descanso
en el rellano de su puerta.
Pero también supe
que no sería para mí,
que nuestros destinos
se descruzaban
pasados los días.
Lo supe cuando vi marchar
su mirada verde
tras la luna trasera de un coche.
Creo que ahí empecé a ser un bufón triste.
Me atrevería a decir
que ninguna de mis historias
de amor maduro
se acercaron a lo que ella me dio.
Será por eso
que odio el verano,
será por eso que septiembre
tiene ese sabor agridulce
de los nuevos comienzos,
de los viejos fracasos.
Será por eso
que al llegar el calor
miro a su ventana
(hoy vacía)
y recuerdo su cara de luna llena.
Será por eso
que, desdiciendo a Ferreiro,
yo si te echaré de menos
en septiembre...
Mi mayor acierto,
el error que siempre
quise cometer,
mi anhelo,
mi forma de perder,
mi (desde entonces)
manera de no saber ganar.