28 de agosto de 2013

OLYUNIDISLOF (ESTA PUTA RULETA RUSA)





All you need is love...

Pero nadie me habló
de los monstruos de mi cabeza,
nadie me dijo nunca
lo jodidamente duro que sería
vivir para siempre enamorado.
Veintiún gramos
dicen que pesa el alma,
pero nadie te explica
cómo la tuya tendrá que soportar
el peso del fantasma de una ex novia,
cómo despertarás cada día
empapado en sudor
y su voz en la cabeza.

All you need is love...

¡Y una mierda!
Nadie te ayuda
cuando estás solo en casa
y te invade su recuerdo,
cuando duele saberse vivo
y sin su abrazo.
Nadie te cuenta
las veces que la verás
por la calle
del brazo de otro,
nadie te explica
que sentirás esas ganas de morir
aunque ya estés muerto en vida.

All you need is love...

Y hasta los Beatles nos mintieron,
todo lo que necesitas es amor
pero sólo si lo que quieres
es vivir encerrado
en una cárcel sin barrotes,
en un agujero frío y oscuro.
Y nos mintieron las pelis
de Tom Hanks y Meg Ryan,
de Julia Roberts y Richard Gere,
porque ellos no sufrían
y al final,
en la azotea del Empire State,
todo se arreglaba
con un beso.
Pero nadie te dice
que a veces ese beso es el último
y abrasa y amarga
como hiel envuelta en llamas,
nadie te explica
que tendrás su tacto
en las yemas de los dedos
un día
y otro día
y otro día
y otro día...

Y lo peor de todo
es que cuando por fin la olvidas,
un día,
de repente, ves a una chica
de pelo negro,
mirada triste
y una sonrisa incandescente
que ilumina el vagón.
Y entonces todo vuelve a empezar,
esta puta ruleta rusa
se pone de nuevo en movimiento
y ni siquiera piensas
que cuando aprietes el gatillo
hay una posibilidad entre seis
de que mueras
un poco por dentro.

All you need is love...

Al final va a ser verdad
eso de que somos
unos enfermos del amor,
que nos engancha y nos afecta
como una droga,
que no podemos
(ni queremos)
vivir solos...
Al final
todo se va a resumir
en que le tenemos
miedo a la soledad.

22 de agosto de 2013

DE VUELTA A CASA




A veces me pregunto
quién escribe mis poemas,
quiero decir,
que ni siquiera sé
si soy consciente
de cuando los escribo.
Como ahora,
mientras camino
de vuelta a casa
tras haberme perdido
en tu cuerpo.
Tampoco es que buscara
nada especial,
tan sólo quería
que lo supieras,
que mi mente dibuja
versos en las aceras
como hace un rato
mi lengua
los dibujaba
bajo tu ombligo.
Y ni siquiera sé
si fui consciente
de que te estaba diciendo
que si tu quieres
será para siempre.

20 de agosto de 2013

TE DEBO UN POEMA





Te debo un poema
pero no es éste,
éste no conseguirá explicar
lo que fue verte sonreír,
lo que sentí al tocarte,
cómo disparabas versos
a quemarropa.
Este poema no definirá
el secreto de tus silencios,
cómo tus ojos dicen más
que la fruta de tu boca,
cómo te dibujé
sobre mi cama
la primera vez que te vi.
Te debo un poema,
uno que hable de tu piel,
que describa tus suspiros
y cómo frunces el ceño
cuando te enfadas.
Pero no es éste,
éste ni se acerca
a ser un boceto que muestre
que te mueves al andar
como un junco libre
mecido por el viento,
que tu risa suena distinta
cuando me clavas la  mirada
y me dices "idiota".
Sé que te debo un poema,
que algún día pagaré
esta deuda que tengo
con tu cuerpo y mi futuro.
Mientras tanto
cierra los ojos y no leas,
este poema no te hace
justicia,
este poema no cuenta
cómo me parte en dos
el tacto de tus manos
y es cuando me siento vivo,
cómo me ciegas
cuando hablas de vernos.
El día que consiga
que unos versos huelan a ti,
que no me parezcan injustos
todos los adjetivos,
el día que un poema
salga de mí
pero no me pertenezca...
Será entonces.
Mientras tanto espera,
ten paciencia,
te debo un poema,
pero no es éste.

10 de agosto de 2013

MIENTRAS SUENA QUIQUE GONZÁLEZ




Llévame a ver salir el sol
desde todos los portales de la luna
llévame al puerto y al malecón
cuando el cielo se nos llene de gaviotas
Quique González

Llévame a ver salir el sol,
a ver como baña tu piel
de luna llena,
a empaparme con el brillo
de tus ojos,
a estrellarme en su color
de tierra firme.
Llévame a aquella playa
de arena blanca y aguas
claras como tu sonrisa
a nadar en tu interior
como quien encuentra
un rompeolas
para aferrarse a la vida.
Quiero regresar contigo
a aquellos días
en los que nos despertaban
las primeras luces del alba
y yo desayunaba
del rojo intenso de tus labios,
cuando me mantenían vivo
los hilos negros de tu pelo.
Y si nada de esto
fuera posible
deja que me pierda para siempre,
prefiero mil veces
el olvido de la gente
a la desmemoria
de nuestra vida juntos.
Llévame a ver salir el sol,
a bailar bajo la lluvia
mientras suena Quique González,
hagamos nuestra
la fiesta de la luna llena.
Yo prometo seguir vivo
si tú me recuerdas
como aquellos días.
Lejos de eso
todo es muerte y abandono,
fuera de ese pasado presente
no somos más que dos
seres analógicos
en la era digital...
Llévame a ver salir el sol
y no me sueltes,
no sea que algún rayo
de luz
enturbie mi sueño
y despierte en una cama
demasiado grande para mí,
demasiado fría
sin tu cuerpo.