11 de marzo de 2015

ESE LUGAR QUE ERES TÚ




Ese lugar donde se cruzan los caminos rectos
que van a parar al mar,
donde confluyen las fantasías eróticas
de aquellos que te esperan y desean,
donde no existe tiempo ni espacio
y el sagrado misterio de tu sexo
fluye por mis venas mezclado con mi sangre.

Ese lugar donde vuelves a habitar mi cama,
donde pago tributo por mis pecados
atado a la suave cruz de tus brazos,
donde hay una gravedad distinta
en cada lunar de tu espalda
y el origen del universo sólo se explica
si miro al fondo de tus ojos felinos.

Ese lugar donde tú das la paz y la quitas
para desatar una guerra de cuerpos desnudos,
donde no hay más refugio que tu ombligo,
donde la energía ni se crea ni se destruye,
se transforma en tu orgasmo de fuego,
donde tus manos son principio y fin de siglo
y tus piernas los ríos del olvido.

Ese lugar donde tu pelo huele a jazmines,
donde tu risa es banda sonora de mis poemas,
donde la unidad de medida son tus pechos pequeños
con tus pezones del color de la tierra que pisamos,
donde no hay razón para huir si no es
hacia la dulce agonía que provocan tus labios,
donde estás tú y yo estoy estrechando tu sombra.

Yo he estado en ese lugar, que eres tú misma,
y desde entonces no imagino otro destino
que vivir para siempre intentando volver,
aunque me cueste la vida,
aunque sólo lo alcance durmiendo
y al despertar, de nuevo me encuentre de cara
con una realidad que me cuenta que te marchaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario