3 de agosto de 2012

STOP, TÚ Y YO


“… cuando estos ojos se hartan de baldosas

y esperan entre el llano y las colinas

o en calles que se cierran en más calles

entonces sí me siento náufrago y sólo el mar puede

salvarme”
Mario Benedetti



Cuando estos ojos se hartan de baldosas,

cuando quiero dejar de mirar al suelo,

triste

cierro los párpados

y en la soledad de mi oscuridad primera

te veo,

veo tu sonrisa, veo tu rostro arco iris,

veo tu cuerpo de ánfora desnuda

e imagino un abrazo.

Cuando estos ojos se hartan de soledades,

cuando dentro no hay más que dos cuencas

vacías,

me encierro en la paz de mi silencio.

Y allí te encuentro

rodeada de mar, abiertas

tus piernas de salitre y arena.

Cuando estos ojos dejan de mirar al mundo

y el cielo no es más que una postal azul

y blanca,

te miro, con ojos de deseo,

lo confieso,

deseo de tu cuerpo,

pero deseo de tu alma,

que vengas con palabras nuevas,

con sonrisas sinceras,

con gestos de esos caros.

Cuando estos ojos se sumergen en mi limbo de besos

reinan la paz, tu cuerpo y tu saliva,

no pasa el tiempo,

las agujas del reloj bailan su retroceso y se paran…

Stop, tú y yo…

Nadie existe.

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