16 de diciembre de 2014

OLVIDARTE




¿Sabes?
En cierto modo entiendo
que le cueste olvidarte,
que al buscar
en su diccionario interior
no encuentre cómo asociarte
a la palabra olvido.
Gran parte de culpa
la tienen sus propios demonios,
que antes de llegar
pasan por OCULTO,
sus miedos y sus mentiras,
su personalidad enfermiza,
OBSESIÓN,
por controlarlo todo,
por controlarte,
OBLIGACIÓN,
esa que tenías de no ser
quien en realidad eres
por si a él no le gustabas,
OBSTÁCULOS,
esos que ponía
a cada uno de tus pasos, a tu vuelo,
OCASIÓN,
esa que tuvo de hacerte feliz
y dejó que se escapara...

Pero ahora que soy yo
a quien regalas tus noches,
puedo decir,
sin miedo a equivocarme,
que llegar a ese vocablo
tan doloroso
no es sencillo,
por el camino hay centenares
de cosas buenas:
OASIS,
ese de felicidad que provocas,
de paz interior,
de pasión sin límites,
OBVIO,
lo que resulta
amarte al conocerte,
sentir tu poder de atracción,
ODA
al infinito que despiertas
en cada beso,
OLEAJE
en mi interior
si me pierdo en tu mirada
OLOR
a ti, a tu cuerpo,
a tu sexo ingrávido,
OBSEQUIO
que me ofreces cada día,
lo que siento estando contigo.

Amor,
no es fácil alcanzarlo
cuando se trata de ti,
duele,
abrasa,
retuerce cada nervio del cuerpo
pensar en tu desmemoria,
en el vacío de tu ausencia.
Permite que lo borre
de mi vocabulario
y me dedique a amarte,
a cuidar de que estés bien,
a disfrutar de cada instante juntos
sin pensar en el mañana
y que sea el olvido
quien se olvide de nosotros.

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