18 de marzo de 2013

AUTODESTRUCCIÓN



todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto
único motivo
de seguir vivo y a la mierda
con la autodestrucción...
Escandar Algeet

Que sí,
que yo también he viajado a lomos del viento de su pelo
y he naufragado cientos de veces en su orgasmo
con mi barca de pesca de lenguas.

Que sí,
que yo también he sentido la caricia de su voz en mi oído
y las descargas eléctricas de su cuerpo al retorcerse
como una anguila cuando se corre.

Que sí,
que yo he estado dentro de su pecho y he escuchado mi nombre
en cada uno de sus latidos, aunque tiempo después entendí
que sus labios repetían a espasmos lo que su cabeza negaba.

Que sí,
que hoy la he visto a lo lejos, sentada en un banco del parque
y se me han caído las pelotas al suelo cuando he visto
acercarse a ese tipo que era carne de gimnasio.

Sí,
hoy he sentido las mariposas de mi tripa volverse zombis
y podredumbre como un episodio de Walking Dead
y me han dado ganas de pegarles un tiro.

Sí,
hoy la vida me ha dado una ostia donde más me duele,
me ha arrastrado de los pelos de los huevos y me ha dejado
en pelotas delante de todos tus recuerdos.

Que sí,
que sé que prometí no volver a pensarte y aquí me tienes,
como un gilipollas a la puerta de tu casa con unas cervezas
y una nota escrita en la frente que dice “perdóname”.

Y sí,
lo sé… No llamaré al timbre y me volveré como un cachorrillo
asustado a casa, me sentaré en el sofá a beberme las cervezas
mientras me consuelo viendo Malditos Bastardos

Al fin y al cabo a Tarantino no le debo nada mientras que a ti
y a tu cama os debo noches en vela de sudor y gemidos.

¿Sabes? Sigues igual de guapa que siempre,
qué hija de puta la vida que me apartó de tu lado,
aún sabiendo que debía ser yo el que amaneciera
contigo cada día hasta el fin del mundo.

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