Y llegaste tú
para alegrar mis
días,
para descongelar
el motor de mi
alma,
para enloquecerme
con tu mirada.
Llegaste y
cambiaste
mi manera de verlo
todo,
mi forma de
sentir,
desterraste mis
miedos
y me regalaste
sueños,
alegría.
Llegaste tú
y ahora sólo sé
contar hasta
quince,
del abecedario
sólo sé llegar
hasta
la Eme…
Llegaste con tus
manos y tus piernas,
esos ríos que me
llevan
al mar de tu
cintura,
la cordillera de
tus pechos,
a perderme en tus
ojos
y en la seda de
tus labios.
Llegaste tú
y olvidé mi
pasado,
sólo conjugo verbos
en futuro…
Quiero que seas
mi tierra
prometida,
que la voz de tu
garganta
sea la estancia de
mi vida,
que la voz de tus
palabras
sea el renacer de
mis deseos,
“vull que
sigues
la veu al final
de tot,
in The End…”
que suerte tiene EME... que le dedicas poemas tan hermosos y que dicen cosas tan sentidas.
ResponderEliminarUnbesazo