Es mío el mar de
tu cintura,
cada rincón de tu
ombligo,
cada pliegue de tu
piel
y todas las veces
que se hincha
y se deshincha
cuando te asalta el placer.
Es mío el mar de
tu cintura
y el de tus pechos
y son mías tus
sonrisas,
tus desvelos y tus
sueños.
Es mío el sabor de
tus labios
y la forma en que
te pienso,
tus mil maneras de
reírte,
las veces que
aguantas mi “modo intenso ON”,
los momentos en
que es inevitable
desearte entera…
Son mías tus
manías y tus ataquitos,
son míos tus
recuerdos,
es mío el batir de
tus pestañas
y tu filosofía de
vida…
Y no hay nada
mejor
que sentirte mía y
ser tuyo.
No hay mejor modo
de saber
que ha merecido la
pena vivir
que saber que
estás ahí,
junto al
Mediterráneo,
esperándome…
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