Soy otra vez herida abierta,
animal sangrante y doliente,
agua sucia, ciudad en ruinas,
espina de rosal y ortiga,
oscuridad total y puerta a la nada,
abrazo vacío, beso en la almohada.
De nuevo he de coserme,
despacio, con puntadas firmes,
asegurarme de que, esta vez,
cierro para siempre
esto que llevo en el pecho
y late para mantenerme con vida.
De nuevo aprendizaje,
de nuevo levantarse del suelo,
rodillas lastimadas, sin huesos rotos,
pero sí un alma triste y vacía,
un espacio en blanco
manchado por el carmín de tus versos.
Y de nuevo caminar,
esta vez sin mirar a mi alrededor,
sin dejar que se filtre
ni un atisbo de luz que me ilusione,
ni un perfume que me soliviante,
ni unos ojos que me roben el sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario