Te debo un poema
pero no es éste,
éste no conseguirá explicar
lo que fue verte sonreír,
lo que sentí al tocarte,
cómo disparabas versos
a quemarropa.
Este poema no definirá
el secreto de tus silencios,
cómo tus ojos dicen más
que la fruta de tu boca,
cómo te dibujé
sobre mi cama
la primera vez que te vi.
Te debo un poema,
uno que hable de tu piel,
que describa tus suspiros
y cómo frunces el ceño
cuando te enfadas.
Pero no es éste,
éste ni se acerca
a ser un boceto que muestre
que te mueves al andar
como un junco libre
mecido por el viento,
que tu risa suena distinta
cuando me clavas la mirada
y me dices "idiota".
Sé que te debo un poema,
que algún día pagaré
esta deuda que tengo
con tu cuerpo y mi futuro.
Mientras tanto
cierra los ojos y no leas,
este poema no te hace
justicia,
este poema no cuenta
cómo me parte en dos
el tacto de tus manos
y es cuando me siento vivo,
cómo me ciegas
cuando hablas de vernos.
El día que consiga
que unos versos huelan a ti,
que no me parezcan injustos
todos los adjetivos,
el día que un poema
salga de mí
pero no me pertenezca...
Será entonces.
Mientras tanto espera,
ten paciencia,
te debo un poema,
pero no es éste.
"Bonitamente triste" (que lo de "tristemente bonito" ya está muy visto...).
ResponderEliminarM.