Hoy he visto pasar un barco no muy lejos.
He apagado raudo la luz de las hogueras
y he borrado todos los mensajes de auxilio.
Afortunadamente el buque ha pasado de largo.
Rodolfo Serrano
No quedó nada,
tan sólo algunas tablas de madera
flotando en el agua
y alguna maleta olvidada
que logró alcanzar la playa.
Ahora, como un náufrago,
me he dejado barba de cien días
y le hablo a tu recuerdo.
Lo llamaré Viernes.
A veces enciendo una hoguera
en mi corazón por si alguien
acude a rescatarme,
o escribo “help” en la orilla de mis miedos
por si alcanzas a verlo desde tu cielo.
Pero a pesar de todo vivo bien,
he ido soltando lastre
y ya no me pesas,
conseguí salvar mis muebles
de la mejor manera posible y encontré
respuesta a preguntas que nunca te hice
entre los restos de nuestro naufragio.
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