Otoño ya esta aquí.
¡Cuantos tormentos!
¿Dónde coño te escondes, felicidad?
Los lunes de octubre dónde estarás.
¡Cuantos tormentos!
¿Dónde coño te escondes, felicidad?
Los lunes de octubre dónde estarás.
Raúl Gutiérrez “Rulo”
La primera vez que te vi
estabas sentada en el suelo
con la mirada agachada
y ese larguísimo pelo oscuro
cayendo por tus hombros.
Ya entonces supe que tenías
una de esas caras que hacen
perder la consciencia y saltarse
semáforos en rojo.
Arrastrabas seis mil días
en tus ojos y en tu cuerpo
como seis mil caricias quería
yo hacerte con las yemas
de mis dedos en toda tu anatomía.
Creías venir disfrazada
de amor de contenedor y en realidad
de lo que venías vestida
era de sueño de verano,
de marea otoñal y de las esperanzas
de que pronto llegara octubre…
Lejos de pensarlo me lancé
al vacío del amor y la distancia
y dejé al azar la difícil tarea
de tenerte algún día desnuda
en el asiento de atrás de mi coche,
rodeándome con tus brazos
y yo susurrándote que todo irá bien,
con tus piernas convertidas en pilares
donde sostener mi mirada
para que no digas que siempre
te miro las tetas o el ombligo…
Y de vuelco en vuelco el corazón
se fue haciendo un hueco a base de maña
y dejó la fuerza a los huracanes
que levantamos cuando estamos juntos
aunque separados por kilómetros.
Me pediste entonces paciencia
y yo te di todo el tiempo del mundo,
al fin y al cabo los grandes deseos
no se consiguen en un día
y habrá que esperar para dar
el salto definitivo,
para dejar por fin ese infinitivo infinito
y hablar en gerundio
o en presente perfecto…
Y todo sucederá siempre en octubre,
al abrigo del marrón claro de tus ojos.
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